Las actividades agropecuarias, especialmente las ganaderas, han resultado la base de la economía local, manteniendo todavía en la actualidad una relevancia muy importante.
Según el último censo agrario, la localidad cuenta tan sólo con 570 ha cultivables, -apenas un 15% de la superficie municipal-, las condiciones ambientales del entorno municipal, de acusado carácter montañoso, explican esta proporción. Distribuidas entre 20 explotaciones agrícolas, todas de carácter familiar, la superficie agrícola está ocupada casi en su totalidad por cultivos herbáceos, principalmente cereales de invierno: cebada, trigo, etc. Mayor relevancia adquieren las actividades ganaderas, con una cabaña que supera las 1.600 cabezas, la inmensa mayoría correspondientes a ganado ovino.
En lo que respecta al resto de actividades económicas, la localidad cuenta con 9 actividades censadas, todas ellas incluidas en el sector servicios, especialmente en el sector de la hostería y el turismo, con siete de las nueve actividades registradas.